El baobab es un árbol gigantesco que parece estar plantado al revés, lo que da lugar a numerosos mitos y leyendas arraigadas a la memoria en numerosos países africanos.
El baobab puede alcanzar los 20m de altura y 15m de diámetro y puede almacenar hasta 100.000 litros de agua en su interior, donde se conserva naturalmente limpia, ya que la contaminación de substancias exteriores no penetran en la corteza. Su vida es extremadamente larga: la mayoría de los baobabs vive unos 5000 años, pero en algunas zonas de África se encuentran ejemplares de más de 5000 años.
El Baobab es un árbol sagrado y figura estampado en los pasaportes y en las monedas de diferentes países africanos. En Senegal, por ejemplo, puedes encontrar ofrendas al árbol para favorecer las cosechas, la fertilidad y la suerte.
Pero, además de su valor sagrado, el árbol juega 
un papel muy importante tanto en la alimentación de la población rural, como en el vivir diario. Todas las partes del baobab son utilizadas: de su madera y su corteza, se hacen canoas, utensilios, cuerdas, etc., sus hojas, secadas y trituradas se utilizan para ligar el couscous, se hacen pomadas, infusiones y tisanas , los brotes tiernos y las raíces de los ejemplares más jóvenes se comen como si fueran espárragos y las semillas tostadas reemplazan al café, de ellas también se extrae un aceite para uso alimenticio y cosmético .
El fruto del baobab se utiliza para la preparación de salsas, aliños, y sobre todo para la elaboración de bebidas refrescantes y energéticas. La pulpa también es consumida simplemente como un caramelo.
El sabor característico de la pulpa, un poco ácido, es debido a la presencia de ácidos orgánicos, tales como: ácido cítrico, tartárico, málico y succínico. Desde siglos se utiliza en muchos países africanos para preparar una bebida (zumo de bouy o gouy) refrescante y energética, rica en fibra, vitaminas, aminoácidos y sales minerales. También se utiliza para preparar helados, batidos o como alimento infantil. En 100 gr. de pulpa están presentes el 75,6% de los glúcidos totales, el 2,3% de proteínas y un bajísimo contenido de lípidos igual al 0,27%. 
La pulpa del fruto de baobab provee una cantidad de fibras solubles (22.54%) e insolubles (22.04%), que pueden llegar hasta cerca de 45 gramos por 100g. de producto. El consumo frecuente de fibra alimenticia, asociado a una dieta rica en vegetales, cereales y fruta, está relacionado con la reducción del riesgo de sobrepeso, diabetes y la manifestación de neoplasias del aparato digestivo, como estreñimiento.
Las fibras insolubles no son asimiladas por el intestino y aceleran el tránsito intestinal gracias a la capacidad de aumentar la masa fecal y estimular la perístole; son empleadas principalmente para combatir el estreñimiento e inducir a una sensación de saciedad, que se puede disfrutar en un régimen de dieta hipocalórica.
Además el equilibrio entre fibra soluble e insoluble, parece estimular el crecimiento de algunas culturas bacterianas pertenecientes a la microflora intestinal (efecto prebiótico). Se sabe que la actividad prebiótica determina:
El fruto de Baobab tiene además un elevado contenido de ácido ascórbico (vit. C). Se ha determinado que la pulpa puede proveer hasta 300 mg de vitamina C cada 100 gr., cantidad que equivale a casi seis veces más el contenido de la naranja.
El fruto contiene una cantidad apreciable de aminoácidos esenciales en correcta secuencia, muy útiles para los deportistas o para las personas que quieren sentirse bién, tales como:
Además, el fruto contribuye al aporte de algunos minerales y ácidos grasos esenciales. En efecto, en 100gr de pulpa están contenidos de media 293 mg de calcio (3 veces más que la leche), 2.31 mg de potasio, 96-118 mg de fósforo, 7 mg de hierro (3 veces más que el huevo) y ácido alfa-linoleico (27 mg de ácido por cada gramo de producto seco).
En Yarama puedes encontrar baobab en grano, en polvo y hoja de baobab (en wolof lalo)
Información extraída de www.elfrutodelbaobab.com
